viernes, 7 de diciembre de 2012

Aún así, yo seguía empeñado en que había un espíritu por la casa. Mi hermana decidió montar una pequeña fiesta para que me olvidase del tema; pero cuando estuvimos viendo las fotos que habíamos hecho, nos encontramos con una sorpresa...

Entonces, decidimos decírselo a nuestros padres, respondiéndonos que sería un efecto de las luces y el polvo del ambiente. Al parecerme una foto curiosa, decidí guardarla en el album familiar. Cuando lo hize, descubrí que en una foto de mi niñez también se veían unos espíritus, aunque esta vez se tratasen de un niño y un perro.


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